CIGARRILLO ELECTRÓNICO

En los últimos años el cigarrillo electrónico (CE) se ha introducido en el mercado como una alternativa al hábito de fumar. Kioscos, tiendas de ropa, panaderías… Han cambiado los escaparates para dedicar su espacio a la comercialización de este producto que ha triplicado las ventas en los últimos dos años, generando beneficios de 500 millones de euros en Europa, según datos de 2013 aportados por la consultora Euromonitor. Sin embargo, tanto sus componentes como las consecuencias de su consumo son desconocidos para la mayoría de los fumadores.

Cuadro de texto: Imagen 1. Los CE constan del atomizador que contienen el aerosol y la nicotina (A) y la batería (B).

El CE contiene una batería que vaporiza un líquido compuesto principalmente por nicotina, glicerol de propileno (propilenglicol), glicerol, glicerina, agua y saborantes. Algunas de estas sustancias, como el glicerol y el propilenglicol, son reconocidas por la OMS como cancerígenas. Este aparato libera nicotina a lo largo del sistema respiratorio sin la necesidad de combustión. Debido a que los CE no queman tabaco, se da por sentado que deben ser más saludables y su uso se ha extendido ampliamente sin apenas conocer los componentes de su aerosol, pero un reciente estudio publicado por Monique Williams y su equipo de la Universidad de California en los Estados Unidos, muestra que el aerosol de los CE contiene partículas de estaño, plata, hierro, níquel, aluminio y silicio; además de nano partículas (<100 nm) de estaño, cromo y níquel. Asimismo, la mayoría de estos compuestos aparecen en dosis más altas de las que se encuentran en los cigarrillos convencionales. Williams y su equipo apuntan, en su publicación, que la mayoría de los componentes encontrados en el aerosol de los CE pueden causar enfermedades respiratorias.

De momento no se conocen índices de su consumo en España, pero su uso es muy variado entre la población: Hay quien fuma cigarrillos habituales, pero alterna el “Vaping” o “vapeo” del cigarrillo electrónico en lugares donde fumar está prohibido (en la actualidad el uso de estos aparatos no está restringido por ninguna normativa). Otras personas sin embargo, han comenzado a usar estos aparatos con la intención de sustituir a los cigarrillos habituales e iniciar con ellos lo que se conoce como un tratamiento de sustitución a la nicotina, cuyos productos más conocidos son los parches y los chicles de nicotina. Sin embargo, una investigación actual publicada en la prestigiosa revista “International Journal of Environmental Research and Public Health”, por Farsalinos y su equipo, advierte que no se pueden comparar estos aparatos a los productos homologados como terapias de sustitución a la nicotina. Estas terapias obtienen buenos resultados si están dirigidas por un profesional y las probabilidades de éxito aumentan si se combinan con psicoterapia.

BIBLIOGRAFÍA

Williams M, Villarreal A, Bozhilov K, et al. Metal and silicate particles including nanoparticles are present in electronic cigarette cartomizer fluid and aerosol. Plos One 2013; 8, 1:11.

Farsalinos K, Romagna G, Tsiapras D, et al. Evaluation of Electronic Cigarette Use (Vaping) Topography and Estimation of Liquid Consumption: Implications for Research Protocol Standards Definition and for Public Health Authorities’ Regulation.  Int. J. Environ. Res. Public Health 2013; 10, 2500:2514.

Organización Mundial de la salud. State of the Science of Endocrine Disrupting Chemicals. WHO press 2013.